Ciudades inteligentes y preparadas para lo inesperado

Cortesía: Revista Alcaldes de México

Las ciudades se enfrentan a desafíos que surgen de manera constante, de tal manera que los gobiernos deben poner en marcha soluciones eficaces que no sólo resuelvan los problemas, sino que también se adapten a las necesidades de los ciudadanos. La velocidad con la que se dan los cambios en las sociedades del siglo XXI es tal que no pocas veces las respuestas correctas llegan cuando el problema ha crecido.

Al respecto, Luis Prados Platas, Director General de Clear Channel México, asegura que los gobiernos tienen la capacidad de afrontar los retos que se presenten, con resiliencia, “que es la característica principal que ayuda a las ciudades a adaptarse y transformarse frente a estos desafíos, ayudándoles a prepararse para lo esperado y lo inesperado”.

Para que una ciudad pueda convertirse en un referente de resiliencia es necesario que los gobernantes reconozcan todos los sistemas que componen una ciudad, la manera en la que se comunican las diferentes dependencias, organismos y ciudadanos, así como los riesgos a los que se pueden enfrentar. “Desarrollar la resiliencia urbana requiere una visión holística de la ciudad”, asegura Luis Prados.

Para lograr el objetivo de convertirse en resiliente, una ciudad debe poner en marcha proyectos y políticas públicas que resuelvan, en un mediano o largo plazo, los desafíos y las exigencias de los ciudadanos. “Al fortalecer el tejido subyacente de una ciudad y comprender mejor las posibles alteraciones, es posible enfrentarlas de una mejor manera. Una ciudad puede mejorar sus condiciones y aumentar el desarrollo si se encuentra debidamente preparada.”

El directivo comenta que, si bien el uso de dispositivos tecnológicos ayuda a mejorar la calidad de vida de las personas en las ciudades y contribuye a la resiliencia, “no hay que olvidar que es un medio y no el fin”, en ese sentido, las soluciones tecnológicas o innovadoras deben ser especialmente diseñadas para cada ciudad. “Eso también significa ser resiliente, estar preparado y conocer a los ciudadanos, sus demandas, exigencias y necesidades para entender y saber cómo responder. La comunicación con la población es fundamental para lograr la resiliencia urbana.”

Algunos de los desafíos a los que se han enfrentado las grandes ciudades en años recientes poco o nada tienen que ver con factores sociales, más bien, derivan de fenómenos naturales como el huracán Katrina, que golpeó al sureste de Estados Unidos en 2005, y en 2017 el terremoto del 19 de septiembre en la Ciudad de México.

Respecto a las características y capacidades de una ciudad frente a diversos desafíos de cualquier índole, Luis Prados refiere la propuesta elaborada por la Fundación Rockefeller al apuntar que son cuatro los rubros que una ciudad debe fortalecer, con el fin de mejorar su resiliencia: salud y bienestar; economía y sociedad; infraestructura y medioambiente, y liderazgo y estrategia.

“La tecnología es un medio para lograr mejores condiciones de vida para la población”, considera Luis Prados, quien también destaca que la resiliencia se conduce de igual manera, al ser un mecanismo que contribuye a que los ciudadanos tengan una vida digna, elevando la calidad de los servicios que ofrece el gobierno, lo cual, es la razón principal de las ciudades inteligentes y que no pretenden más que incrementar el tiempo libre y la calidad de vida de los habitantes.

CONOCER A LOS CIUDADANOS

Para convertirse en una ciudad inteligente se requiere más que una inversión importante en tecnología, es necesario un conocimiento de la población, recabar datos y entenderlos para actuar en el momento o de manera adelantada. “La smart city es un medio para avanzar hacia un modelo de ciudad propio, sin importar gobiernos ni colores, es y debe ser un proyecto de largo plazo que involucre a todos los agentes y, en primer lugar, a los ciudadanos.”

Si bien el concepto de ciudades inteligentes lleva ya algún tiempo en la vida política y social del país, es deber de los gobernantes municipales y estatales proporcionar las herramientas necesarias para que el ciudadano comprenda los beneficios y sea partícipe de la digitalización del gobierno, así como de la nueva forma de gestión pública. “A nivel local, el principal impulsor del proyecto de smart city es el alcalde, quien debe marcar las prioridades en la agenda y asegurar los recursos suficientes y garantizar la continuidad del proyecto y los buenos resultados”.

Luis Prados asegura que el modelo de ciudades inteligentes incluye esquemas de negocios apoyados en el sector privado, los cuales pueden tener diversas variantes, pero el más concurrido y mayormente aceptado es el de las asociaciones público privadas (APP), las cuales “contribuyen a la sostenibilidad de los proyectos, principalmente con sus conocimientos, capacidades y recursos”.

El Internet de las cosas (IoT) hace referencia a la colaboración mediante la interconexión digital entre objetos que se involucran en la vida cotidiana de las personas, como computadoras, teléfonos celulares, automóviles, televisores, estéreos y luminarias, entre otros. En la opinión de Luis Prados, el IoT es una herramienta fundamental para las ciudades que pretenden, a través de la resiliencia, ser smart cities.

COMUNICACIÓN EFECTIVA

En Clear Channel, empresa líder en soluciones tecnológicas de desarrollo humano en México y reconocida en todo el mundo, se generan proyectos estratégicos que concentran una amplia gama de oportunidades para los usuarios. Algunos de sus productos “orgullosamente mexicanos” son el Street Play, mobiliario inteligente que brinda opciones para comunicar el mensaje deseado mientras da a conocer a los transeúntes contenido dinámico como la hora, fecha y temperatura en todo momento, así como noticias relevantes.

Otro de los proyectos desarrollados por los especialistas de esta firma líder en soluciones tecnológicas es la Columna Multimedial, un dispositivo integral para las ciudades que buscan incorporar en sus espacios públicos un punto de contacto con las instituciones y que aspiran a convertirse en ciudades inteligentes. En la Ciudad de México se desarrolla como un complemento tecnológico para el servicio público de bicicletas tradicionales y eléctricas SmartBike, también de Clear Channel.

De acuerdo con Luis Prados, la comunicación mediante una conexión adecuada permite que la cercanía entre el gobierno, los actores privados y los ciudadanos sea más orgánica, lo que genera confianza entre los usuarios. “Si bien, hoy día no contamos con una conexión en tiempo real, estamos cerca de alcanzarla y, por lo pronto, en las soluciones que se ofrecen en Clear Channel, la comunicación se da al momento en que se encuentra disponible, es decir, lo más rápido posible.”

En septiembre de 2017, después del sismo, la comunicación que se generó en las redes sociales de los actores encargados de la seguridad, protección civil y otras autoridades de la Ciudad de México fue crucial, por lo que los dispositivos de Clear Channel comunicaron a la brevedad información de primera mano proveniente de las instituciones. “Ser una smart city y manejar el IoT, así como la resiliencia urbana, es parte de un todo, de un proyecto de mayor envergadura que no tiene otra finalidad que el bienestar social y la mejor calidad de vida de los ciudadanos”, concluye Luis Prados.

Author Clear Channel México

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